domingo, 6 de septiembre de 2015

Mi Primera Mamada

Hola, soy yo denuevo hoy les traigo la confesion de un exnovio que me hizo la mejor M... de mi vida :)

Antes de contaros como fue mi primera mamada hay que entender el contexto, no
solo por lo joven que era sino por las circunstancias que, sin quererlo me llevaron a
conocer mi sexualidad.

Hice la EGB (primaria) en un colegio público y cuando entré a la ESO (secundaria)
pasé de usar siempre el comodísimo chándal a una faldita corta que era el uniforme
del colegio de monjas. Lo primero que noté era que me entraba el aire por todos
lados, es decir, por el coño, las ingles y las nalgas. Era incomodo sobre todo cuando
llegó rápidamente el invierno. Pero como todo en la vida, te vas acostumbrando.
Menos mal que mis compañeras me enseñaron a usar calentadores y eso alivió el
frio que me entraba entre las piernas. Usaba también las típicas bragas de cría que
eran de algodón y que me llegaban hasta el ombligo, vamos que eran enormes,
pero me calentaban bien por ahí debajo ya que me cubría todo.

Con el paso de los meses me di cuenta que los chicos (el colegio era mixto), después
del descanso en el patio, siempre se quedaban abajo mientras nosotras subíamos
por las amplias escaleras para llegar a las aulas que, estaban en el segundo piso. En
una de esas, noté que me miraban el culo que, al llevar solo la faldita les dejaba ver
las bragas envolviéndome las nalgas. He de reconocer que eso me excitaba y no
sabía por qué. Hice una gran amistad con un compañero de clase llamado Jaume.
Un día me dijo "siempre vienes de blanco...." Yo no lo entendía hasta que lo pillé
mirándome el culo cuando subía las escaleras.

Entonces, algo dentro de mí me animó a ir a unos grandes almacenes y comprar
unas braguitas de colores y otras estampadas. Las había de algodón y satinadas.
Me gustó el tacto de las satinadas (poliéster) y me compré un buen lote.
Inmediatamente sentí la diferencia del tacto de la tela en mis nalgas y mi
entrepierna. El primer día me puse unas braguitas azules y Jaume me dijo "que
bien, hoy vienes de azul...", no pude aguantar y solté la carcajada pero no le dije
nada, aunque note que mojaba las bragas solo de pensar que había sido espiada
por debajo.

Al día siguiente me puse unas braguitas rosas y nuevamente Jaume me dijo "hoy
toca el rosa...". Solamente sonreí pero al momento moje las bragas y la sensación
de sentirme mojada me excitaba cantidad. Qué deciros que a partir de ese día,
según el color o estampado de mis bragas, Jaume soltaba algún comentario
simpático y eso hizo que se ganara no solo mi amistad sino mi confianza ya que
empezamos a salir, no como novios pero si como buenos amigos.

Jaume era hijo único, vivía con su madre que estaba divorciada y era enfermera. Un
día fui a su casa para ayudarle a preparar un examen de mates (se me dan bien las
matemáticas). Su madre estaba durmiendo así que subimos al trastero que
además, era su cuartel general, es decir, su habitáculo privado sonde él solo tenía
las llaves y sus cosas personales. Al entrar había posters por todas las paredes y el
techo. Había sólo una ventana pequeña que servía para airear y dar luz del día al
trastero. Tenía una tele con un reproductor de cintas VHS que, en aquella época era
el no va más. Un sofá cama, una mesa para estudiar, un aparato de música, un par
de sillas y para de contar.

Nos pusimos a estudiar y en un momento dado Jaume me dijo "Montse, tengo unas
pelis porno, ¿te apetece verlas?"... No lo dudé, le dije "vale". Sacó una cinta y la
metió en el reproductor. Vimos la peli un buen rato y noté que Jaume estaba
empalmado. Yo, a decir verdad solo me fijaba en lo que hacían las chicas que no
paraban de mamar pollas. Al mirar el paquete de Jaume le dije "estás como los
chicos de la peli...ja...ja...", él se puso sonrojado y no dijo nada pero tampoco ocultó
su paquete. Entonces nos miramos a los ojos y comenzamos a besarnos. Realmente
eran nuestros primeros besos con deseo (o morbo, si así lo queréis
llamar). Comenzó a acariciarme las piernas (estábamos sentados y llevaba la falda
del uniforme) e instintivamente las abrí para que su mano me acariciase las bragas.

Diferente, un olor fuerte a "marisco" que impregnó todo el trastero. Mi mano se
dirigió a su paquete y comencé a acariciárselo. Pero pensé en la peli y le dije,
"ponte de pie que te voy a bajar los pantalones..." Jaume se puso de pié, se
desabrochó el botón del pantalón (también uniforme del colegio), le bajé la
cremallera y los pantalones. Ante mí apareció un paquete envuelto en un slip
blanco... le dije "hoy vienes de blanco..." Ambos nos reímos y sin pensarlo le bajé el
slip y saltó una polla dura que me pedía algo.... Entendí al momento que tenía que
saborearla y al acercarme noté un olor especial, el olor del prepucio que envolvía el


nabo.

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